POR HUNAB KU
Es martes 19 de mayo, en Palacio Nacional se lleva a cabo la conferencia matutina de la presidenta de México, Claudia Shienbaum. El Gabinete de Seguridad está mostrando músculo, dando reporte pormenorizado sobre las acciones de las Fuerzas Armadas contra las estructuras criminales.
En el Salón Tesorería se habla de los festivales por la paz, de la prevención a las adicciones; se asegura que a seis meses de haber iniciado el gobierno “del segundo piso de la cuarta transformación” va por buen camino. Pero en un instante todo se hace añicos, el ambiente es pesado, hay rostros desencajados.
A la jefa del Ejecutivo Federal le han pasado una tarjeta informativa en las que se da cuenta de una ejecución de dos altos funcionarios del gobierno de la Ciudad de México. Fue un ataque directo al corazón del morenismo.
La secretaria particular de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, Ximena Guzmán, y su asesor, José Muñoz, fueron asesinados alrededor de las 07:00 horas de ayer, en un ataque directo cuando ella se encontraba a bordo de una camioneta sobre calzada de Tlalpan, en la colonia Moderna, alcaldía Benito Juárez. Ahí estaba esperando a su compañero de trabajo, y en cuanto éste subió al vehículo, el sicario los ejecutó con precisión y frialdad.
Al fallar la cámara del C5 de la zona, una de un conjunto habitacional fue la que captó al agresor, quien ya los esperaba en la esquina de Tlalpan con la calle Napoleón, en dirección al Centro.
