El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador admitió que si en lo que resta de su sexenio “no terminamos de pacificar a México, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno”.
Así lo reconoció la mañana de este jueves durante su conferencia de prensa efectuada en Palacio Nacional y agregó que la paz en México “es un desafío hasta político, porque nuestros adversarios se frotan las manos, además porque estamos llevando a cabo una estrategia distinta, porque ellos, porque son conservadores autoritarios, son partidarios de la mano dura, de las medidas coercitivas, de cárceles, leyes más severas”.
Por eso, dijo, esas balandronadas y esa supuesta mano dura para aplicar la ley no van con su gobierno e insistió en que habrá de surtir efecto su frase de “abrazos, no balazos”, además de insistir en un enfoque completamente nuevo, con base en un plan especial e integral en el que se brinde atención a la juventud mexicana.
“Se ríen ¿no? se burlan, de que he dicho que abrazos, no balazos. Y vamos a demostrar que funciona. No soy yo partidario de la ley del talión, del diente por diente y el ojo por ojo, porque no nos podemos quedar chimuelos todos y tuertos. La paz es fruto de la justicia. Es un enfoque completamente nuevo.
“Si por eso creció tanto el problema de inseguridad y de violencia, porque nunca atendieron al pueblo, se dedicaron a robar, nunca atendieron a los jóvenes, lo único que hicieron por los jóvenes fue una genialidad, acuñar una frase y llamarles ‘ninis’, y hasta se reían, ni estudian, ni trabajan, ‘ninis’.
“Nunca hicieron nada por los jóvenes, jamás; al contrario, les cerraban las puertas en todo, querían estudiar y los rechazaban. Imagínense. ¿En qué cabeza cabe rechazar a los jóvenes que quieren estudiar? Por juicio práctico es un millón de veces mejor tener a los jóvenes estudiando que tenerlos en la calle”, abundó el mandatario.
Por ello manifestó que su fórmula está siendo compartida con los gobernadores tanto en funciones como los electos.