“¡Se pasan! Usan dinero para comprar lealtades, engañan, compran votos, trafican con la pobreza de la gente, por eso pueden postular a una vaca y a un burro y gana la vaca o gana el burro, y son los mismos fulanos y menganos, puercos y cochinos, cerdos y marranos”.
Esa es la frase lapidaria que el hoy por hoy sería un traje a la medida para uno de los suyos, Mario Delgado, quien quita y pone, quien palomea y tacha nombres y apellidos de hombres y mujeres que aspiran a alguna candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional.
Su desempeño ha sido fuertemente criticado por militantes y líderes de Morena a lo largo y ancho del territorio nacional y que en el proceso electoral más recientes, llegaron por cientos hasta la sede nacional de ese partido ubicado en la calle de Chihuahua, colonia Roma en la ciudad de México.
Esa vieja casona que también fuera el cuartel de campaña del hoy presidente de México, luce vacía y tétrica por su aspecto vandalizado en muros, puertas y ventanas, lo mismo con grafiti que con lonas, cartulinas con leyendas alusivas a Mario Delgado… “traidor”, “corrupto”, “¡Fuera Mario Delgado!”
Esos momentos han vuelto a tomar fuerza justo al cierre del 2021 y que amenazan con crecer en intensidad esas protestas en contra de Mario Delgado, porque, dicen las y los quejosos, en el proceso de selección de perfiles a las seis gubernaturas para las elecciones del 2022, Mario Delgado vendió candidaturas al mejor postor.
Debido a ello, a través de redes sociales, miles de militantes han anunciado la realización de la Primera Convención Nacional Morenista, la cual tendrá la finalidad de regresar al partido los valores promovidos por la 4T, y echar de sus filas a su actual dirigente, Mario Delgado.
A través de redes sociales, John Ackerman, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y militante del partido, expuso que debido a los “pactos oscuros de la cúpula de Morena, 3 mil militantes y simpatizantes hemos convocado la Primera Convención Nacional Morenista”.
No es el único en señalar con pelos y señales a Mario Delgado de haber palomeado candidaturas y como ejemplo está el proceso de selección de la virtual candidata de Morena al gobierno de Quintana Roo, Mara Lezama.
Una de las perjudicadas en esa decisión, la senadora Marybel Villegas Canché, ha manifestado pública y abiertamente que esa postulación costó varios millones de pesos y de ahí nadie la sacará ni ella bajará de tono esa denuncia pues sabe que por ahí podría capitalizar adeptos a su favor en su intención de contender, ya no bajo las siglas de Morena, sino por algún partido de oposición como Movimiento Ciudadano, o por la coalición PAN-PRD que está prendida de alfileres y que en estos días por venir, será anunciada su continuación o eliminación del mapa electoral.
