El Frente Opositor que se gestó desde las dirigencias nacionales del PAN, PRD, PRI y Movimiento Ciudadano y se consolidó en sus respectivas bancadas en el Poder Legislativo logró domar a la maquinaria de Morena para echar atrás una sesión extraordinaria en el Congreso que pretendía dejar manos libres al presidente Andrés Manuel López Obrador en el manejo discrecional de al menos 6 billones de pesos.
A los líderes de Morena en Cámara de Diputados y el Senado, Mario Delgado y Ricardo Monreal, respectivamente, no les quedó de otra más que abortar la propuesta de reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin reconocer la fortaleza y el cierre de filas de los partidos de oposición, justificaron su derrota política, argumentando que fue el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien recomendó no llevar a cabo por lo menos en las dos siguientes semanas, sesiones extraordinarias ante el panorama pico de la pandemia del COVID-19.
Pero la verdad es que los 13 legisladores de oposición que integran la Comisión Permanente, se hicieron uno, para votar en contra de abrir un periodo extraordinario de sesiones para discutir la reforma propuesta por el Presidente para la reorientación del gasto.
Mediante un pronunciamiento público, legisladores del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, afirmaron que el planteamiento “representaría un claro retroceso en nuestro orden jurídico” y “regresar a un autoritarismo que desdeña el Estado democrático de derecho”.
Para que la Comisión Permanente apruebe la apertura de un periodo extraordinario se requiere de los votos de las dos terceras partes del pleno, es decir, de 25 legisladores. Morena y sus aliados cuentan con 24 votos, por lo que el rumbo de la reforma presupuestal depende de la asistencia de los 13 diputados y senadores de oposición.
