Las conquistas que se alcanzaron a raíz de la Revolución mexicana dieron origen a un nuevo orden social con mayor movilidad y justicia, por lo que de ningún modo fue infructuosa la lucha contra la dictadura, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al encabezar la conmemoración por el 111 aniversario del inicio de la Revolución mexicana,
el primer mandatario recordó que el salario mínimo, la jornada de ocho horas, la
organización sindical, el derecho a la educación y el derecho de los campesinos a la tierra
quedaron establecidos en la Constitución de 1917 gracias al movimiento popular, lo que
marcó una clara diferencia entre el porfiriato y el periodo posrevolucionario:
“Y a pesar de fuertes presiones de las compañías y gobiernos extranjeros, se logró recuperar el dominio de la nación sobre las riquezas naturales; en particular, se logró rescatar el petróleo.”
Al reconocer las convicciones de los dirigentes del movimiento, destacó que Francisco I.
Madero fue el único de los presidentes que aportó a la democracia durante el periodo
posterior a la Revolución, ya que el pueblo permaneció al margen de las decisiones y el
poder se mantuvo en manos de una élite.
En contraste, destacó que hoy en la Cuarta Transformación entre todos se hace realidad el
anhelo de justicia del pueblo y el ideal democrático de la revolución maderista, ya que se
garantizan las libertades, se respetan los derechos humanos, existe legalidad y no se
organizan fraudes electorales desde el poder.
“El poder público ya no representa, como antes, a una minoría, sino a todos los mexicanos
de todas las clases, culturas y creencias.”
Subrayó que el pueblo es el mejor aliado de un poder público dispuesto a transformar,
porque la infamia cometida en contra de Madero nos enseñó que nada bueno se puede
esperar de políticos corruptos, de la prensa que se vende o se alquila, de intelectuales
convenencieros o de potentados dominados por la codicia.
“La clave está en la frase del presidente Juárez: Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada. En nuestro caso, si no estuviéramos respaldados por la mayoría de los mexicanos, y en especial por los pobres, los conservadores ya nos habrían derrotado y habríamos tenido que someternos a sus caprichos e intereses para convertirnos en floreros o en títeres de los que se habían acostumbrado a robar y a detentar el poder económico y el poder político en
nuestro país. México no es de un grupo, de una minoría, México es de todos los mexicanos.”
Al destacar que las Fuerzas Armadas representan otra de las herencias de la Revolución
mexicana por haber surgido en oposición al golpe de Estado contra Madero, el presidente
recordó que dieron origen al Ejército actual:
“Los integrantes de las Fuerzas Armadas son leales a la Constitución y a las instituciones.
Vienen de abajo y tienen como origen e identidad al México profundo; el soldado es pueblo
uniformado y por eso nunca traicionará a su gente, nunca traicionará a la libertad, a la
justicia, a la democracia. Nunca traicionará a la patria el soldado mexicano.”
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, afirmó que, a tres
años de la presente gestión, es un timbre de orgullo contribuir a la transformación que ya
tiene sus bases sentadas y que avanza con paso firme a partir del ideario social del
movimiento revolucionario:
“Por ello, jamás escatimaremos en el servicio que prestamos a la patria, porque los esfuerzos que realice su gobierno tienen origen en las necesidades legítimas de la mayoría de los mexicanos.
“A punto de iniciar la segunda mitad de la administración y en el marco del 111 aniversario
de la Revolución mexicana, los soldados, marinos y guardias nacionales le refrendamos
nuestra lealtad y compromiso de seguir trabajando en los proyectos que se nos han
encomendado con honestidad, integridad, disciplina y profesionalismo.
Destacó que las Fuerzas Armadas forman parte de la transformación porque trabajan en
desterrar la corrupción, procurar el bienestar del pueblo, el progreso con justicia, la igualdad y el crecimiento económico:
“El interés nacional está y siempre estará por encima de cualquier otro o de conjeturas que
pudieran hacerse sobre nuestro trabajo, porque las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional
tenemos claro que la subordinación al poder civil es norma, responsabilidad y convicción,
debido a que la profesión militar jamás contempla aspiraciones políticas.”
El presidente y comandante supremo de las Fuerzas Armadas pasó revista a las tropas que
participaron en el desfile y distinguió con la Condecoración al Mérito Militar en grado de
Orden y Medalla a la Honestidad al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio
Sandoval González, y al secretario de Marina-Armada de México, José Rafael Ojeda Durán.
Igualmente, entregó insignias a integrantes del Ejército, Fuerza Aérea Mexicana, Armada
de México y Guardia Nacional a quienes ascendieron al grado inmediato, y condecoraciones
al Mérito Deportivo y ascensos a una subteniente, dos sargentos primeros, dos cabos y tres
soldados que obtuvieron primeros lugares durante los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Asimismo, entregó la Condecoración de Perseverancia Institucional, Extraordinaria y
Especial al personal del Ejército y Fuerza Aérea, y Excepcional de segunda y tercera clases
a integrantes de la Secretaría de Marina que prestaron 45, 40 y 35 años ininterrumpidos de
servicios.
Igualmente, mil 860 mujeres y 12 mil 829 hombres recibieron condecoraciones de
Perseverancia por el tiempo en servicio prestado dentro de las Fuerzas Armadas y de la
Guardia Nacional.
Ascendieron al grado inmediato 550 mujeres y tres mil 568 hombres entre generales,
almirantes, comisarios, jefes, capitanes, inspectores y oficiales.
Desfile cívico-militar: 111 aniversario del inicio de la Revolución
Sedena encabezó la representación de pasajes históricos de la Revolución mexicana a partir de la convocatoria del Plan de San Luis, que originó el inicio de la lucha armada, pasando por la firma de los Tratados de Ciudad Juárez y los principios que motivaron el movimiento campesino del Plan de Ayala, así como el contexto social y político que derivó en la publicación del decreto 1421, el Plan de Guadalupe y la firma de los Tratados de Teoloyucan, acervo histórico de nuestra Constitución.
En la parte artística estuvieron a cargo la cantante María Inés Ochoa, el corridista suriano
Francisco Ocampo Ramírez, el trío y ensamble folclórico de Sedena y el Mariachi
Monumental de las Fuerzas Armadas, quienes interpretaron corridos populares
revolucionarios.
En compañía de la Escuela Nacional de Danza Folclórica del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), la Asociación Mexicana de Charrería y la Federación Mexicana de Charros presentaron números de danza folclórica.
Al término del desfile, el comandante de la I Región Militar y comandante de la columna del
desfile, Juan Arturo Cordero Gómez, dio el parte de novedades al comandante supremo de
las Fuerzas Armadas:
Participó un contingente de seis mil 719 elementos con 891 mujeres, 335 niñas y niños, dos mil 52 caballos, 71 vehículos, 15 aeronaves, así como carros temáticos de las 32 entidades federativas; cuatro bandas infantiles de música, una ensamblada con la Banda de Música del Ejército para ejecutar marchas y toques militares. Agregó que durante el evento se registraron cinco caídas: cuatro de jinete y caballo, además de una de amazona y caballo, sin daños mayores.
Durante el desfile participaron delegaciones de Argentina, Ecuador, Guatemala, Italia, Perú
y República Dominicana.
Acompañaron al presidente: su esposa, Beatriz Gutiérrez Mueller, integrantes del gabinete
legal y ampliado, así como servidores públicos, generales y almirantes de las secretarías de
la Defensa Nacional y de Marina; agregados militares, navales y aéreos