“Parecía el fin del mundo”, declararon residentes a las agencias de información internacionales, y es que en más de diez años, un ciclón no había azotado de tal manera a la India y a Bangladesh.
La cifra de muertos podría contarse en decenas en tanto que los equipos de rescate se daban a la tarea de brindar auxilio sobre todo en las aldeas de las costas en donde se vinieron abajo los cableados eléctircos.
El ciclón llamado Amphan tuvo una potencia de hasta 185 kilómetros por hora lo que obligó a las autoriades a evacuar toda zona habitable lo que ayudó a que no se perdieran tantas vidas.