“Levantemos la voz. Dejemos de hacer invisible algo que es a todas luces visible, por esos 20 mil niños mexicanos que son víctimas de la explotación sexual, por todos aquellos desaparecidos con los que traficaron, por las madres que siguen llorando y pidiendo que sus hijos regresen a casa, por los hijos que claman por sus madres”, afirmó la diputada federal Montserrat Alicia Arcos Velázquez
En nombre del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (GPPRI), en el marco del Día Internacional Contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres y Niños, la legisladora exhortó al pleno de la Cámara de Diputados legislar para fortalecer las leyes que eviten estos flagelos, “con responsabilidad, sí, pero también con compasión, porque nadie merece un destino tan atroz”.
La representante priista del estado de Tamaulipas puntualizó que en México se han dado avances en materia de leyes y normas para atacar este grave fenómeno; sin embargo, agregó, esto no es suficiente ya que “dicho delito “le produce al crimen organizado una gran entrada económica y de acuerdo a la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México, ya es el segundo en importancia luego del tráfico de drogas”.
Después de mencionar algunos casos de víctimas de estos crímenes precisó que, según la ONU, estas prácticas tienen un elemento de género, ya que el 49 por ciento son mujeres y el 23 por ciento, niñas. Además, indicó que datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), reportan que este sector representa el 85 por ciento de quienes padecen por estas violaciones, y en el caso de los niños y hombres el 15 por ciento.
Nuestro país, mencionó, “provee de víctimas a Estados Unidos, Canadá y Oeste de Europa. Para el Departamento de Estado Norteamericano, el turismo sexual de menores es un problema creciente, principalmente en las zonas turísticas y ciudades de la frontera norte”.
Por ello, recordó el día “con tristeza sabiendo que es la realidad de cientos, quizás miles de mexicanas y mexicanos que incluso desde su infancia, han sido vulnerados en la parte más significativa de todo ser humano: la dignidad”.
“Hablamos de delitos que representan graves violaciones de derechos humanos, mujeres, niños y niñas se convierten en víctimas de los traficantes en sus propios países y en el extranjero. Todos los países del mundo están afectados ya sea como lugar de origen de las víctimas, de tránsito o de destino”, señaló Montserrat Arcos.