El pelusa era un joven de tan solo 26 años de edad cuando llegó a México para conquistar al mundo entero y sí, no hubo nación alguna que no se rindiera a sus pies.
Cómo no iba a ser así, si Diego Armando Maradona tuvo la osadía de plantarle cara a las grandes potencias en el fútbol mundial. Él era todo magia y encanto con sus botines sobre el césped del colosal Estadio Azteca.
Argentina llegó de milagro al Mundial de 1986 celebrado en territorio mexicano; nadie se atrevía a apostar a esa selección, pero el astro argentino pronto hizo de las suyas contra el once titular de Corea del Sur al dar tres asistencias de gol.
Luego la escuadra de Bulgaria ni metió las manos quedando derrotada por 2 goles sin meter uno sólo. En su tercera participación en esa justa mundialista, Maradona echó a perder la fiesta a los italianos cuando marcó su primer gol en dicho certamen para quedar empatado el encuentro 1 a 1 y con ello Argentina aseguraba la primera posición en su sector.
Ese gol fue enjundioso, bravío, de bote pronto la prendió con un zurdazo al palo izquierdo para que el balón acariciara las redes. Ya en Paseo de la Reforma ya en cada hogar del mundo, Maradona era el tema.
Inglaterra vería su suerte en los Cuartos de Final. El capitán de la albiceleste con su diez en la espalda y el brazalete bien ceñido en su brazo izquierdo, llevaron a la cancha la Guerra de las Malvinas.
Fue en el minuto 6 con 28 segundos de la parte complementaria, cuando nació “La Mano de Dios” tras un rebote de la defensa que habilitó a Maradona quien saltó tanto como pudo para doblegar al arquero Peter Shilton, de Inglaterra.
Luego cometió el arrebato de ir a cien por hora por el lado derecho de la media cancha; la mitad de la selección inglesa intentó en vano contener la magia y Maradona se metió hasta la cocina para empujar el balón con su pie izquierdo; el tobillo derecho sufrió estragos por la barrida de un inglés, pero Maradona sólo seguía corriendo y festejando el gol del siglo. Y México y el mundo enloquecieron.
En la antesala de la Final volvería a conseguir un par de anotaciones ante Bélgica, mientras que en el juego decisivo contra Alemania, puso la asistencia con un pase preciso para que Burruchaga firmara la victoria argentina y la segunda Copa del Mundo.
El capitán recibía la Copa del Mundo, marcando cinco anotaciones y siendo considerado el mejor jugador del torneo.
Hoy miércoles 25 de noviembre, Diego Maradona falleció en su residencia de la provincia de Buenos Aires a sus 60 años de edad, según informó su jefe de prensa Sebastián Sanchi.
Alrededor de las 13.00 local (16.00 GMT) algunos medios locales informaron que Maradona sufrió un paro cardíaco en su domicilio de la provincia de Buenos Aires y que al menos cuatro ambulancias se dirigieron a su vivienda.