No es para menos. Para este martes 31 de marzo ya se contabilizan 205 casos confirmados de coronavirus, más 434 sospechosos y ocho fallecimientos. Por eso en la capital del país, la jefa de gobierno ha decretado que llegó el momento de implementar “medidas drásticas, extremas y extraordinarias”.
Esta emergencia sanitaria contará con patrullajes en las 16 alcaldías, en donde las unidades policiales harán sonar sus altavoces conminando a los capitalinos a quedarse en sus hogares.
Tampoco se podrán realizar reuniones con más de 25 personas. La funcionaria advirtió que “la situación más difícil que podemos enfrentar es que no podamos atender en los hospitales a las personas que se enferman gravemente y que, por ello, tengamos más personas que pierdan la vida”.
La propagación, insistió, “es tan rápida en este momento que, si perdemos unos días, pueden aumentar dramáticamente las personas enfermas graves. La diferencia entre actuar ahora y una semana después es un contraste entre poder atender a cientos y no poder atender a miles”.
Sheinbaum Pardo agregó que, de acuerdo con científicos, “esto no es cuestión de un solo día y que, por lo menos tenemos que tomar medidas drásticas, extremas, de emergencia, por al menos un mes”.
Por lo pronto continúan abiertos bancos, gasolineras, repartición de gas, agua potable, alimentos para llevar, mercado de alimentos, restaurantes solo comida para llevar, supermercados, tiendas de autoservicio, abarrotes, venta de alimentos preparados, servicios de transporte de pasajeros y de carga.
Además, lugares donde se vendan productos de limpieza, ferreterías, mensajería, telecomunicaciones y medios de comunicación, servicios de emergencia, funerarios y de inhumación, almacenamiento de insumos esenciales, logística -como aeropuertos, ferrocarriles y transporte-, así como actividades cuya suspensión pueda tener efectos reversibles para su continuación.