Entre el resoplar del caracol ceremonial o atecocolli, el aroma del copal y flores
multicolores, este 3 de mayo de 2024, en la Zona Arqueológica de Cuicuilco,
inició la primera de cinco ceremonias de petición de lluvia que distintos pueblos
originarios realizarán este mes, en diferentes sitios prehispánicos del país,
ubicados en los cuatro puntos cardinales y en el centro de México.
Ciento doce representantes de los pueblos kumiai, totonaca, wixárika, nahua y
otomí se reunieron en este sitio patrimonial del sur la Ciudad de México, para
realizar ofrendas, danzas mexicas y oraciones dirigidas a Tláloc, y a los cuatro
elementos primordiales: el agua, el viento, el fuego y la tierra, para terminar con
la temporada de sequía que azota al país y a gran parte del mundo.
Representantes de las comunidades informaron que la iniciativa fue promovida
por los pueblos ézá’r (chichimeca jonaz) y hñähñu del noroeste de Guanajuato,
en el marco del Plan de Justicia de los Pueblos Chichimeca-Otomíes, para que
todos los pueblos originarios realizaran dicho ritual, de manera simultánea, en
cinco grandes ciudades de conocimiento.
Graniceros, tiemperos, ahuizotes, teotlaskes, mayordomas y mayordomos,
herbolarias y médicas tradicionales se reunieron al mediodía para agradecer a
la madre tierra por los frutos recibidos y pedir permiso para realizar la ceremonia
de petición de agua, de origen ancestral.
Ciro Flores Pérez, originario de la localidad de Plan de la Flor, del municipio de
Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte de Puebla, expresó que el objetivo de este
ritual colectivo es pedir a Dios que les conceda agua, porque desde hace dos o
tres años hay una sequía generalizada, la cual no permite que los sembradíos de
frijol, maíz, avena y haba prosperen.