Estamos a nada de una nueva guerra…
Estados Unidos tiene prácticamente cercada a toda Venezuela…
Destructores, buques de guerra, cazas y helicópteros de la Armada; diez buques tipo ‹cutter› de la Guarda Costera, y aviones de vigilancia de la Fuerza Aérea con sus Boeing P-8 Poseidon, preparados para guerra antisubmarina, procedentes de los comandos del Pacífico y Europa, y de la base naval de Norfolk, en Virginia.
Es el despliegue militar ordenado desde la Casa Blanca. La orden la recibió el Pentágono, justo cuando Estados Unidos se enfrenta a su peor crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Miles de soldados estadounidenses ya están desplegados en el Caribe y el Pacífico, en una operación contra el narcotráfico. El Comando Sur, y el almirante responsable, Craig Faller, tienen bajo su mando a soldados de infantería, marinos.
Con esa avanzada se ha formado un complejo dispositivo para interrumpir tres rutas de la droga: de Venezuela a las islas del Caribe y a Centroamérica, y de Colombia a Centroamérica.
Se trata no solo de frenar el tráfico no sólo de la cocaína y las metanfetaminas, sino contener el trasiego de la droga que hoy día está de moda y se está cobrando la vida de miles de estadounidenses: el fentanilo.
Aunque el objetivo central es que Donald Trump va a la caza de Nicolás Maduro.