Por Rodolfo Montes
Ismal “El Mayo” Zambada no sólo se ha declarado culpable de narcotráfico ante una corte federal de Nueva York, para evitar la pena de muerte. También dio pinceladas de cómo el Cártel de Sinaloa se coludió con la clase política mexicana, con militares y policías.
”La organización que encabecé alentó la corrupción en mi país al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente”, soltó el capo mexicano ante el Juez Brian Cogan, y agregó que eso permitió a su estructura criminal traficar primero con marihuana, luego cocaína y heroína, aunque la fiscalía estadounidense también lo señala de haber traficado fentanilo hacia territorio norteamericano.
Ese trasiego de fentanilo no hubiera sido posible si el Cartel de Sinaloa, particularmente El Mayo y Ovidio Guzmán no se hubieran aliado con la mafia China para conseguir los precursores químicos y elaborar fentanilo ilegal no solo para ingresarlo a Estados Unidos sino a ciudades europeas como Barcelona, España, así como dejar parte de su distribución en territorio mexicano en donde ya hay reportes de su consumo en adolescentes.
El compadre de Joaquín El Chapo Guzmán, también ha aceptado el “gran daño” que las drogas han causado en México y Estados Unidos, y ha pedido perdón por la violencia perpetrada por sus sicarios.
La cadena perpetua en su contra está a la vuelta de la esquina, cuando en enero de 2026 vuelva a la corte a sentarse en el banquillo de los acusados; su abogado Frank Pérez, ha dado un respiro a esos políticos, policías y comandantes militares mexicanos a los que su cliente logró corromper, al asegurar que su cliente no negociará con Washington, y en consecuencia no aportará nombres.
