Se jacta de ser “filósofo” como pocos y ejerce de periodista en el Diario de Yucatán, trinchera desde la cual se escuda para ejercer maltrato animal en contra de gatos a los que violenta jalándole las orejas y con ello perjudicar sus movimientos y sensibilidad en sus músculos.
Eso disfruta Antonio Salgado Borge y en sus fotografías así lo presume sin importarle un comino el que esa acción de jalar orejas a un gato, sea una de las torturas más fuertes para un mínimo.
Autoridades y protectores de animales deberían de reprender a este “filósofo” que insiste en normalizar este tipo de acciones en contra de gatos y no le vendría nada mal un buen jalón de orejas para que vea lo que se siente, aunque la bondad, al parecer, es lo que menos le va a Salgado Borge.
