Primero se encendieron miles de velas y veladoras en la ciudad de Fresnillo, Zacatecas, justo al inicio de su campaña por la Presidencia de la República, para pedir por la paz, luego, Xóchitl Gálvez llegó a Guanajuato para mostrar una carta con su firma y con su sangre para mostrar su compromiso que, cuando sea presidenta, no sólo mantendrá los programas sociales a los que dio vida el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sino a incrementar éstos.
Es más, la candidata a la presidencia por el Frente Amplio por México, se comprometió que “cuando sea presidenta no le voy a echar la culpa de la inseguridad a López Obrador”.
“Vamos a regresar la paz y la tranquilidad al país”, afirmó la aspirante, en un mitin que inició pasada la medianoche, en los primeros minutos de este viernes. “Se acabaron los abrazos a los criminales”, agregó. La estrategia de Gálvez ha sido clara en el arranque de la campaña: mandar un mensaje a sus rivales con el primer acto político de la contienda, poner el combate a la delincuencia en la parte más alta de su lista de prioridades y convencer a los votantes de que es la única opción que puede hacer frente a la abanderada oficialista y la puntera en la mayoría de las encuestas.