Se han ido cinco meses desde que el Sindicato Único de Trabajadores de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano tomara la decisión de colocar las banderas rojinegras en todas las sedes y montar campamentos en su entorno.
El 80 por ciento son mujeres, trabajadoras que en plena pandemia se quedaron sin fuente laboral ante el despido injustificado por parte de la directora Sanjuana Martínez.
No sólo eso, ellas han sido acusadas de secuestradoras, rateras y extorsionadoras. Ellas están con la frente en alto, echadas para adelante, saben que son campañas de difamación en su contra.
Y ahí están ellas, resistiendo al Covid-19 y a las inclemencias del tiempo, superviviendo de donaciones con las que soportan guardias de hasta 24 horas sin pegar pestaña, atentas siempre a las mesas de negociación en las que en ocasiones parece salir humo blanco, pero aún nada de luz al final del túnel.
Su líder, Adriana Urrea ha hecho una invitación a toda la sociedad y, sobre todo, a aquellas personas que tengan alguna duda, una inquietud sobre el por qué de su huelga.
“Pueden acercarse a los campamentos; conozcan la realidad de los trabajadores, el 80 por ciento somos mujeres; les contaremos nuestra historia de vida y laborales y así tendrán la visión de los trabajadores”, sostiene la líder sindical.
Sabe que esta es una huelga simbólica pues es la primera que estalla en el gobierno de la llamada cuarta transformación, la segunda en la historia de Notimex.
Adriana asegura que su lucha no es sólo por defender sus fuentes de trabajo, sino porque la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, “es de todos los mexicanos y pese al momento complicado de pandemia, crisis económica, aquí seguimos, defendiendo nuestros derechos”.