En el Partido Acción Nacional ha iniciado su pasarela para definir quién le abanderará rumbo a la elección por la Presidencia de la República en 2024; lo ha hecho con mesura, sin aplausómetro de por medio, para dar el mensaje de unidad y piso parejo.
Fue en la Ciudad de México en donde se encontraron el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, y el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda. Sí, había más presidenciables como Juan Carlos Romero Hicks y la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, pero a la vista del pleno panista, los primeros dos serán quienes habrán de verse cara a cara una y otra vez, son quienes tienen más posibilidades de contender por la silla presidencial bajo las siglas de Acción Nacional.
Esta medición de fuerza fue bajo el lema Cambiemos México, Sí hay de Otra, una medición tersa, sin aspavientos ni ataques entre rivales, fue la orden de su dirigente nacional Marko Cortés, por eso más bien fue como para ir calentando los motores del blanquiazul, fue para no mirarse en el espejo de las llamadas corcholatas presidenciales de Morena, que por estos días se han estado dando hasta por debajo de la lengua, para desbarrancar a uno y otro bando.
Por eso aquí nadie se enfrascó en que yo soy mejor que tú, tú no tienes opción, el fuerte soy yo. Se podría decir que fue una primera pasarela insípida para aquellos que gustan del choque de trenes, pero para los mesurados les llena el ojo de cómo se va tejiendo ya en Acción Nacional para definir a su candidato o candidata presidencial.
Quizá por eso el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuiri prefirió presentarse a través de una mensaje video grabado, aunque no hizo lo propio el ex candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, considerado por el panismo como un perseguido político de la Cuarta Transformación.
Por eso Santiago Creel desenfundó contra el morenismo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: “En 2021, ellos sacaron 20 millones de votos, nosotros casi 20, así que siéntanse ustedes seguros que en el 24 podemos ganar, porque además, les arrancamos su corazón, ¡Ciudad de México!, y el mero corazón, el tuétano, la alcaldía Cuauhtémoc donde está Palacio Nacional y aunque no lo quiera reconocer, el Presidente está bajo territorio de Va por México”, sentenció Creel y sus seguidores rompieron el pacto al corearle “¡Presidente!”, un coro que no duró nada ante las miradas fulminantes de la cúpula panista.
Creel no desistió, por un momento se tropezó al contar que ante la insistencia de Vicente Fox para que fuera candidato a la Jefatura de Gobierno le cuestionó “‘¿ya viste mis ojos azules?’ como una desventaja para la campaña, pero no se detuvo y siguió, una y otra vez puso sobre la mesa sus aspiraciones por la silla presidencial, que terminó dejando en manos del presidente del partido.
“Un buen político reprueba matemáticas”, dijo para luego ver a su pequeña hija y decirle que “papi reprueba matemáticas, sólo sabe sumar y multiplicar, no restar ni dividir” y siguió: “quiero seguir en esto hasta donde me alcance la salud, la vida, el corazón y hasta dónde me dé permiso mi querida familia. No me gustan los políticos que se cambian de camiseta, aquí estamos jefe Marko, para lo que haga falta, de raso o de capitán”
Tocó turno al gobernador que ha sido catalogado por propios y extraños como el mejor mandatario hoy en día en toda la República, ya por generar empleos, ya por mantener en orden y segura la entidad peninsular de Yucatán. Pero también le han pegado con tubo desde las entrañas mismas de su partido, por su estrecha relación con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Pero Mauricio Vila supo calcular, medir los tiempos: “No importa quién va a ser el candidato o la candidata, lo que importa es que iremos en una gran alianza con la sociedad civil y con los ciudadanos, y aunque digan ‘oye, ya están las corcholatas’, yo lo que creo es que cuando los partidos están en campaña lo que menos hay son resultados y hoy necesitamos dar resultados”.
Vila dejó claro que aunque haya quienes lo han criticado por llevarse bien con el gobierno federal, “México necesita equipo, ya tiene suficientes problemas, requiere unidad y madurez, por encima de las diferencias debe estar el país”, por lo que llamó a no contribuir a la polarización de “buenos y malos, conservadores o neoliberales, chairos o fifís”.
Estos, pues, son los tiempos del PAN, así los ha marcado Marko Cortés y seguramente vendrán otros foros en los que, ahora sí, se sentirá el músculo de uno y otro, quiénes jalan con quién, y se apostará ya por uno, ya por el otro.
