Un incendio en un pastizal del estado de Tamaulipas, en el noreste de México, fue el origen de un fallo en el suministro de electricidad que afectó a 10,3 millones de clientes durante unas dos horas, aseveró el martes la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El apagón, que afectó a varios estados de la república, tuvo lugar el lunes a primera hora de la tarde y generó malestar en muchos ciudadanos y críticas de partidos de la oposición, aunque la CFE subrayó que se trató de un caso “fortuito”.
La comisión explicó que el incendio se avivó debido a los fuertes vientos y afectó el suministro por la salida de operación de dos líneas de transmisión y por la actuación de un sistema de protección de la red nacional de electricidad, que está interconectada.
Eso provocó que salieran de operación 16 centrales eléctricas, 1.714 MW de fotovoltaicas y 877 MW de eólicas, por un monto de 9.262 megawatts.
Los hospitales, cuyos recursos están exigidos actualmente por la pandemia de COVID-19, no se vieron afectados, aseveraron las autoridades.
El director de la CFE, Manuel Bartlett, garantizó que no volverá a ocurrir un suceso similar porque ahora se tienen los elementos para prevenirlo y subrayó que “lejos de que la CFE haya sido responsable”, ha sido el “sostén” y la solución que evitó males mayores.