Si alguien se llevó los reflectores y comentarios en los festejos por esta primera mitad de gobierno de la 4T fue, sin duda alguna, Claudia Sheinbaum.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador la hizo colocar frente a él en su mensaje a la Nación a tres años de su triunfo electoral. Fue la única gobernadora invitada a Palacio Nacional, rodeada y arropada así por secretarias y secretarios del Gabinete Presidencial lópez obradorista.
Poco más tarde, la Jefa de Gobierno participó en el festejo de Morena en el Auditorio Nacional y ahí, de entre la militancia morenista comenzó a corarse la arenga presidencial a favor de Sheinbaum.
“¡Presidenta!”, corearon una y otra vez desde sus butacas, dirigentes, militantes y simpatizantes de Morena y ella sonrió con la mirada y saludaba con brazos extendidos que luego llevaba a su cuerpo para abrazar a la distancia a todos los presentes.
Otro gesto político a su favor, fue el anunciado por el Congreso de la Ciudad de México para convocar a periodo ordinario de sesiones y empujar las reformas propuestas por la Jefa de Gobierno.
Y por si eso fuera poco, en Palacio Nacional comenzó a correr la versión de que el Presidente de México habrá de intensificar sus giras de trabajo en las 16 alcaldías que conforman la capital del país.
Del mismo modo trascendió que en la secretaría de Gobierno de la CDMX, habrá un relevo y que éste podría recaer en alguno de los más cercanos a López Obrador por lo que los nombres de César Yáñez y de Lázaro Cárdenas fueron colocados ya en el reflector.
