El partido del Sol Azteca, el de la Revolución Democrática, festeja sus 32 años de existencia en la vida pública de México.
Desde la Plaza Melchor Ocampo, en Morelia, Michoacán, el dirigente nacional de esa fuerza política de izquierda, Jesús Zambrano manifestó que el PRD es un partido lleno de historias, de luchas sociales, de representantes de los sectores obreros, campesinos, ferrocarrileros, mineros, de trabajadores de la salud y estudiantiles.
“Somos en el PRD una gran familia que dialoga, que discute y consensa, que rechaza el culto a la personalidad; seguimos siendo el partido motor del cambio democratizador, el partido de las mujeres que luchan incansablemente por la igualdad plena, hacedores de reformas transformadoras y progresistas; y también, cuando ha sido necesario, opositores de reformas regresivas, antipopulares y antinacionales.
“Sin el PRD no se podría entender el México de la transición democrática y de los derechos para la gente porque es referente de la izquierda progresista, es la verdadera izquierda democrática del país”, aseveró.
De todos los desprendimientos de sus diversos liderazgos, Zambrano aseguró que se han vuelto más fuertes al interior, “más unidos con nuestra militancia y simpatizantes, y más claros de nuestras responsabilidades ante el país”.
Y acusó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y a Morena de ser los actuales protagonistas de la reconstrucción del viejo régimen, “acentuando sus peores prácticas, lo cual nos recuerda que nuestro propósito fundacional sigue presente: Acabar con esas intenciones autoritarias, antidemocráticas, populistas, centralizadoras y dictatoriales.
“López Obrador se comporta en los hechos como un jefe de pandilla y no como un jefe de Estado, se asume como portador de una moral que no tiene. Basta ver los muchos casos de corrupción que hay en su gobierno, de nepotismo, de compras sin licitación, de amiguismos, de compadrazgos, de pago de favores”, sentenció.
Para Jesús Zambrano no hay duda de que en 2018 Morena engañó a millones de personas y no pocos simpatizantes de la izquierda, pero, dijo, “ahora muchos de ellos se están dando cuenta que Morena no tiene ni una pizca de izquierda, sino al contrario, son enemigos de las prácticas democráticas, de sus instituciones, de la división de poderes y de la justicia social.
“Basta ver cómo Morena desapareció fideicomisos que beneficiaban a millones de personas y favorecían el desarrollo del país; recortaron presupuestos tanto a instituciones como a programas sociales; militarizan la seguridad pública, militarizan los puertos; centralizan las compras y dejan en desabasto de medicamentos a niños y niñas con cáncer; modifican la estructura de la Administración Pública y la hacen menos eficiente convirtiéndola en un cascarón”, abundó.
