El Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, indica que México “sigue siendo uno de los países más violentos en términos de conflictos no estatales”.
Este documento es producto de la directora de investigación del referido instituto, Siri Aas Rustad quien nos refiere que PRIO examina las tendencias de los conflictos globales entre 1946 y 2023 utilizando datos del Programa de datos sobre conflictos de Uppsala (UCDP).
Y apunta que en 2023, se registraron 59 conflictos estatales en 34 países, el mayor número de conflictos registrados desde 1946. Las guerras en Ucrania y Gaza fueron las principales contribuyentes a las más de 122.000 muertes relacionadas con las batallas en 2023, a pesar de una disminución sustancial desde
El año anterior, 2023 es el tercer año más violento desde el fin de la Guerra Fría. Los conflictos no estatales disminuyeron en comparación con años anteriores. En 2023, se registraron 75 conflictos no estatales que provocaron aproximadamente 21.000 muertes relacionadas con las batallas.
Las Américas es la región con el mayor número de conflictos no estatales, y México sigue siendo uno de los países más violentos en términos de conflictos no estatales, con casi 14.000 muertes relacionadas con las batallas.
En 2023 se registró violencia unilateral contra civiles en 35 países. Los actores no estatales siguen siendo los causantes de las muertes resultantes de la violencia unilateral; sin embargo, trece gobiernos fueron responsables de violencia unilateral contra civiles en 2023. Si bien las muertes relacionadas con las batallas disminuyó en 2023, vemos un aumento de actores no estatales en varios países, lo que hace que el panorama del conflicto sea más complejo y difícil de navegar.
Aas Rustad Tengo tine una amplia gama en trabajos de investigación los cuales se dividen en tres categorías: La primera está relacionada con los datos y las tendencias de los conflictos en donde se aboca a “buscar qué historias ocultas” nos cuentan los datos y también ha trabajado extensamente en ceses del fuego y conflictos no estatales.
La segunda categoría son las consecuencias humanas de los conflictos. Esto implica investigaciones sobre desigualdades, eficiencia de la ayuda, salud maternoinfantil, educación, violencia sexual y, en particular, niños en conflicto.
Una gran parte de su investigación está dedicada a los recursos naturales y el medio ambiente por lo que asegura a través de sus biografía, que ha analizado “la maldición de los recursos, la gestión de los recursos naturales en el posconflicto, la EITI, el cambio climático y los conflictos relacionados con nuevos proyectos energéticos y proyectos de mitigación climática como REDD+”.