La presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera, enfatizó que establecer leyes en materia alimentaria no es un capricho ni una moda, sino un tema de derechos humanos, ya que sólo así se podrá materializar el derecho a la alimentación, cuya falta de acceso calificó como la “desigualdad más brutal” que existe en el mundo.
Durante la presentación de la Alianza Parlamentaria Iberoamericana y Caribeña por la Seguridad Alimentaria de Todas y Todos, celebrada en Madrid, España, la legisladora subrayó que, para asegurar esto también se debe promover en las agendas la soberanía alimentaria, la protección de la biodiversidad, y el respaldo a los pueblos indígenas y comunidades rurales.
No obstante, la senadora advirtió que vivimos “tiempos más convulsos” que harán muy difícil que se alcancen las metas de la Agenda 2030 de la ONU, por problemáticas como el cambio climático que, consideró, ya no es algo que se pueda combatir, sino algo a lo que se debe adaptar para garantizar agua, alimentos y el control de la inflación.
Esto, refirió, ha hecho que los integrantes del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, que conforman esta alianza, hayan puesto en su agenda al cambio climático como prioridad de seguridad nacional, para refrendar o modificar su modelo civilizatorio.
De igual manera, Ana Lilia Rivera reconoció que los parlamentarios han apostado por un enfoque sistémico, territorial y centrado en las personas, pues coinciden en que la seguridad alimentaria no es solo un problema de falta de alimentos, sino de desigualdad en su distribución, desperdicio y acceso a recursos para producirlos de forma sostenible.