EL MONTAJE DE LOS MONTADEUDAS
Ahora que está tan de moda hablar de los llamados montajes de la policía y del ministerio público a partir del estreno de la serie “El caso Cassez-Vallarta”, producida y transmitida a través de Netflix, y de la llamada “verdad histórica” a partir de la detención de José Murillo Karam, viene al caso escribir sobre la investigación que llevamos a cabo sobre el operativo que realizó la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México el pasado 17 de agosto para desmantelar a los llamados “montadeudas”, acciones que se asemejan sobremanera al montaje de Cassez y que de paso involucra a quien se ha mencionado insistentemente en el caso de la desaparición de los 47 estudiantes de Ayotzinapa, al flamante jefe de la policía capitalina Omar García Harfuch, apodado Batman.
En esa fecha, se realizaron, en 12 locaciones distintas, operativos de cateos comandados por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y coordinados por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. En cada uno de ellos buscaban, según dijeron en conferencia de prensa posterior, a personas que extorsionaban telefónicamente a incautos que habían solicitado préstamos a través de aplicaciones y que por los altos intereses, habían adquirido deudas impagables. Los extorsionadores, según explicó García Harfuch, capturaban la información de los teléfonos de las víctimas y con ella, a través de llamadas telefónicas, exigían el pago de la deuda de una manera violenta, amenazando con difundir información privada, o incluso, con hacer daño a la familia del deudor.
Sin embargo, la realidad es que ninguno de los operativos estuvo relacionado con lo que fue informado por el jefe de la Policía capitalina. Según consta en la carpeta de investigación CI-FIAR/C/UI-8/S/D/031/08-2022 armada en la Fiscalía de Investigación de Asuntos Relevantes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los delitos por los que se solicitó la orden de cateo en todos los casos fueron los mismos: contra la salud -es decir, posesión de alguna droga-, extorsión y portación de arma de fuego. Estas órdenes de cateo fueron otorgadas en todos los casos por el juez Sergio Acevedo Villafuerte y su redacción es idéntica, únicamente cambia el número de orden y la dirección.
En la carpeta de investigación mencionada no consta registro alguno de que en los inmuebles cateados alguien se dedicara a realizar llamadas telefónicas de extorsión, no hay escuchas telefónicas y solamente hay búsquedas en Facebook de empresas que ofrecían contratación de personal dedicado a cobranza para call center y es de ahí de donde sacan la mayoría de las direcciones en donde se realizaron los cateos.
Los supuestos hallazgos en los operativos llevados a cabo por la Fiscalía y la policía capitalina fueron invariablemente “bolsitas con cocaína”: 6 en Narvarte, 52 en Santa María la Ribera, 26 en San Rafael, 48 en Calzada de las Bombas, 38 en Be Grand Coyoacán, 59 en portales, 64 en Úrsulo Galván, etcétera, hasta llegar supuestamente a 408 bolsitas transparentes tipo ziploc conteniendo en su interior polvo blanco.
Se desalojaron a 904 personas de los inmuebles que se encontraban trabajando en cobranza y únicamente se detuvieron a 5 personas de origen chino sin explicación alguna del porqué solamente estas personas quedaron a disposición del ministerio público y ninguno de quienes se dedicaban a la cobranza quedó detenido. Ninguno de los detenidos fue vinculado por el delito de extorsión.
El operativo da la impresión de haberse armado a todo vapor. Un absoluto montaje en el que se sembraron en todos los casos el mismo tipo de “bolsitas con polvo blanco” para justificar el cateo, detención y aseguramiento de inmuebles, justo en el momento en el que Omar García Harfuch necesitaba distraer la atención mediática por su involucramiento en el cónclave revelado por Murillo Karam sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la normal Isidro Burgos de Guerrero.
El montaje de Cassez involucraba a una ciudadana francesa y un mexicano que fueron privados de su libertad por la necesidad de notoriedad de García Luna, entonces Secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Calderón, situación que estuvo a punto de generar un conflicto diplomático con Francia. Hoy se encuentran detenidos cinco ciudadanos chinos por la necesidad de García Harfuch de distraer la atención del tema Ayotzinapa y posicionarse como una opción viable para la jefatura de gobierno de 2024. No creo que a México le interese tener un conflicto diplomático con ese país asiático.
La información contenida en esta investigación es verificable y se difunde a fin de que la ciudadanía en general y sobre todo nuestras autoridades se enteren de que la sociedad está harta de montajes, de los de antes y los de ahora.
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