La cumbre del clima de la ONU COP26, aprobó un acuerdo determinante para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global en 1.5 grados para 2100 con respecto a los niveles preindustriales.
En un final de enorme dramatismo, el presidente de la conferencia, Alok Sharma, anunció que el Pacto Climático de Glasgow queda aprobado, después de que la India introdujese a última hora y de forma inesperada un cambio que aleja el final del carbón como fuente de energía.
El propio Sharma tuvo que interrumpir sus palabras en dos ocasiones al no poder evitar las lágrimas por la alteración y pidió disculpas por “cómo se ha desarrollado el proceso”.
La enmienda india fue aprobada por el resto de países, de forma muy reticente, para evitar que las negociaciones se rompieran y se cosechase un fracaso de dimensiones históricas.
La India consiguió que la alusión a la “eliminación progresiva” del carbón se convirtiese en una “reducción progresiva”, pese a que el texto contenía la gran novedad de aludir por primera vez a la necesidad de acabar con los combustibles fósiles, un punto que suscitó los mayores rechazos en las últimas horas de la negociación.