Varios proyectiles impactaron ayer en la Zona Verde de Bagdad, el barrio bajo alta protección donde se encuentra la embajada estadunidense, y en la base aérea de Al Balad, al norte de la capital, tras el funeral multitudinario del poderoso general iraní Qasem Soleimani, quien murió en un ataque de Estados Unidos en Bagdad. Irak anunció que su gobierno decidirá si expulsa del país a las tropas estadunidenses en su territorio.
El presidente estadunidense, Donald Trump, justificó el viernes este asesinato con la aseveración de que Soleimani pretendía matar a muchos estadunidenses
, entre diplomáticos y funcionarios en Irak, y que su intención era impedir una guerra
; no comenzarla.
Otro cohete cayó en el vecindario de Jadriya, pero no provocó víctimas, pero las brigadas de Kataeb Hezbolá, la facción más radical de las milicias proiraníes en Irak, subieron más la tensión al exigir a las fuerzas de seguridad iraquíes que se alejen a mil metros como mínimo de las bases estadunidenses a partir del domingo a las 5 pm
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