POR HUNAB KU
El corazón de la República se ha convertido en “hermosa asamblea”, expresa la Presidenta de México. Es momento de rendir cuentas a cien días de haber iniciado su mandato y con éste el Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
La Jefa del Ejecutivo Federal tiene ante sí un Zócalo repleto de pueblo, sabe que ha comenzado la cuenta regresiva para que Donald Trump se convierta nuevamente en presidente de Estados Unidos y que pronto comiencen oleadas de deportaciones de migrantes mexicanos a su territorio.
Pero ella sigue viendo una luz al final del túnel en este que llamó “un tema relevante: estoy convencida que la relación entre México y Estados Unidos será buena y de respeto, y que prevalecerá el diálogo. Nuestra visión es el Humanismo Mexicano, la fraternidad entre los pueblos y las naciones.
“Eso sí, siempre tendremos la frente en alto. México es un país libre, independiente y soberano. Y como lo he dicho…” El pueblo no le da oportunidad de terminar su frase porque, con la frente en alto, se hace una sola voz en la Plaza de la Constitución al corear una y otra vez “¡México! ¡México! ¡México! ¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta!”
Y ella, igual, con la frente en alto, afirma: “Como lo he dicho: Nos coordinamos, colaboramos, ¡pero nunca nos subordinamos!
Son los últimos minutos de su discurso y así Claudia Sheinbaum se ha cargado de energía para sortear el vendaval desde la Casa Blanca. Antes, ha dicho que en estos primeros cien días de su sexenio, ha visitado las 32 entidades de la República; que ha recorrido por tierra y aire 32 mil 449 kilómetros para encontrarse con las mandatarias y mandatarios con el fin de definir en unidad, los próximos proyectos estratégicos.
Se trata, dice, de implementar una “raíz bien firme y el corazón por delante” para seguir por el sendero del Humanismo Mexicano desde el cual mantenerse, dijo, “muy lejos de la hipocresía. Nosotros no traicionamos nuestros principios, no traicionamos nuestra historia, no traicionamos nuestra bandera y no traicionaremos nunca al pueblo de México”.
Y sobre su estrategia para que a México llegue la paz, la presidenta de México no dudo en señalar que “algunos quisieran que fracasemos; se van a quedar con las ganas. La Estrategia de Seguridad va a funcionar porque hay humanismo, dedicación y honestidad”.