Si en alguien confía el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inclusive ciegamente, es en Rosa Icela Rodríguez Velázquez, exreportera del periódico La Jornada y pieza clave del movimiento obradorista para llegar a la Presidencia de la República.
Ella es la artífice del voto por voto, casilla por casilla que brotó en miles y miles de gargantas en la Plaza de la Constitución cuando Obrador protestó por el triunfo de Felipe Calderón Hinojosa en 2006.
Obrador sabía que la ahora Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Scheimbaum necesitaba de un brazo fuerte para gobernar la capital del país y pronto envío al segundo puesto más importante, la secretaría de Gobierno, a Rosa Icela.
Pero este sábado 25 de julio el Mandatario la nombró como Coordinadora General de Puertos y Marina Mercante, tras la renuncia de Héctor López Gutiérrez y, sobre todo, para hacer mancuerna con las Fuerzas Armadas que ahora, por instrucción presidencial, se han hecho cargo de los puertos para dar la batalla contra las estructuras criminales que han sentado sus reales en esos lugares estratégicos.
Y junto con ella, otro personaje cercano a López Obrador, Horacio Duarte, Director General de Aduanas, habrán de emprender esa batalla
