Por Rodolfo Montes
Fueron tres años y diez meses de resistencia, sorteraron la pandemia en la interperie, soportaron golpes bajos provenientes desde el poder, siempre con la frente en alto…
Este viernes 29 de diciembre, las y los trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex han bajado la bandera rojinegra de la huelga para que el Estado Mexicano procediea a su liquidación.
Fueron mil 408 días de lucha histórica, y no fueron ellas ni ellos los que dicidieron cerrar la agencia, sino que fue la “mala gestión” la que decidió no mantener este medio de comunicación pues se argumentó que podría sustituirse con uno nuevo y que existía corrupción y falta de profesionalismo en los trabajadores. Mentira vil.
Por eso su lidereza, la periodista Adriana Urrea, ha dado el anuncio desde uno de los principales campamentos que instalaron en las oficinas de Notimex. Lo ha hecho con lágrimas que duelen, que se abrazan.
“Hoy se baja el telón, se baja la cortina, se apagan las computadoras y se tapan los lentes de las cámaras de Notimex, ya no se escuchará más en los medios, en las salas de prensa, en las noticias información de Notimex”, suelta la camarada Urrea.
Indicó que con ello se cierra un capítulo en la historia del periodismo en México y el mundo, para proceder a la liquidación laboral, al cierre definitivo con el pago de indemnizaciones “en cumplimiento al Convenio de Terminación de las Relaciones Colectivas de Trabajo acordado entre el Gobierno de México y la organización gremial y con base en la Ley Federal del Trabajo”.
Solo resta el abrazo fraterno y solidario, acompañado con la certeza que pronto estarán ocupando otra trinchera para seguir informando a México y el mundo, como siempre lo han hecho, con pasión y profesionalismo.
