Alberto Ramírez Aguilar saldrá de la órbita terrestre durante unos diez minutos, y así como salió, ingresará a la atmósfera a una velocidad hipersónica, literal, y no es porque vaya a consumir alguna droga que lo ponga en modo viaje. No.
Alberto es investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y participará en la primera misión espacial tripulada de la historia de Latinoamérica.
“Haber sido seleccionado es un honor y una enorme responsabilidad, pues es resultado de muchos años de esfuerzo para fomentar estas actividades en México, desde el extinto Programa Universitario de Investigación y Desarrollo Espacial, en los años 90”, apuntó Ramírez Aguilar en un boletín de prensa emitido por la Máxima Casa de Estudios en México.
La misión, conocida como ESAA-01 EX SOMINUS AD ASTRA y que forma parte del programa espacial LATCOSMOS-C, llevará a cabo un vuelo suborbital.
Un vuelo suborbital sube balísticamente y pasa la línea de Kármán, es decir, el límite entre la atmósfera y el espacio exterior, y vuelve a descender casi de forma inmediata.
En este caso, a 80 kilómetros de altura la cápsula donde viajará Alberto junto con otros astronautas, se separará del cohete y seguirá volando aproximadamente hasta los 105 kilómetros; luego comenzará a descender y reingresará a la atmósfera a velocidad hipersónica, y ya cerca de la Tierra desplegará los paracaídas y aterrizará.
Este proceso dejará a los astronautas cerca de 10 minutos para realizar a bordo una serie de experimentos en torno a la microgravedad, que serán propuestos por los países de origen de los astronautas, para lo cual se abrirán convocatorias a las comunidades científicas respectivas.