El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor del voto por voto, casilla por casilla; voto por voto, casilla por casilla, porque el que nada debe, nada teme, y la regla de oro de la democracia es la transparencia.
Eso no lo aceptaron cuando el fraude del 2006, estamos hablando de una diferencia supuesta de 0.55, 56, 57, no llegaba a un punto; acá estamos hablando… A ver, repítelo, nada más regresa para que…
Por eso es importante la información, porque esto demuestra también el nivel de desproporción, la falta de racionalidad, de sensatez, el fanatismo. Entonces, mientras no superen eso —y esto sí es una recomendación respetuosa—, mientras no haya apego a la verdad, mientras no se actúe con honestidad, mientras no se respete al pueblo —porque lo ideal sería tenerle amor al pueblo, es amor al prójimo; pero no pidamos tanto, respeto al pueblo—, pues va a ser muy difícil que puedan salir adelante.
Tendrían que iniciar por una autocrítica y rectificar, eso les ayudaría mucho. Porque, además, se requiere que exista competencia. La democracia es pluralidad, tiene que haber oposición, no es el dominio de una sola organización, no debe haber pensamiento único, eso tiene que ver más con la dictadura, con el totalitarismo; la democracia es competencia.
Por eso es el mejor sistema político de gobierno, entre otras cosas. En esencia es buena la democracia, porque es sinónimo de justicia, no es cómo piensan los intelectuales conservadores. Ayer hablaba yo de eso, de kratos sin demos, poder sin pueblo, que fue lo que impusieron durante mucho tiempo, había el dominio de una oligarquía con fachada de democracia, pero ¿quiénes detentaban el poder? Las minorías.
En esencia, la democracia es justicia y es, repito, competencia. Y es muy sencillo de explicar: si existiera en un pueblo una sola tienda, por muy bueno que fuese el tendero siempre tendría la tentación de vender cara la mercancía y hasta de regañar a la gente; pero si hay dos, tres, cuatro, cinco tiendas, tienen que dar mejores precios, hay competencia, tienen que tratar bien a la gente.
Y también la democracia ayuda mucho a que no haya corrupción. Hay una máxima, de que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Entonces, sí se necesita que haya oposición y fuerte, pero una oposición seria, responsable, que defienda sus propuestas, que presente su proyecto, su programa de acción.