Rodolfo Montes
Escuchar y ver para creer…
Ahora resulta que Abraham Jeremías Pérez Ramírez. Capitán de Navío de la secretaría de Marina Armada de México -personaje clave en la red criminal en el tráfico ilegal de hidrocarburos-, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en instalaciones de la Aduana de Altamira, Tamaulipas, siempre no tenía nada qué ver en las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República.
Así lo afirmó el propio titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero durante su intervención en la conferencia matutina de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
No sólo eso. Adelantó que ese marino se quitó la vida por lo que, sostuvo Gertz Manero, “ese es un hecho que no es un delito federal, es una situación totalmente de orden personal a la que debemos de tener un gran respeto. Estamos esperando la información de lo que ocurrió”.
¿Y entonces las declaraciones del testigo protegido de la propia FGR? que señalaban al Capitán de Navío, de ser parte del entramado para traficar huachicol y que por ello habría recibido 100 mil pesos cuando era titular de Aduanas de Tampico.
Además de ser el contacto directo del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna -sobrino político del ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán-, principal operador, hasta el momento, del entramado criminal para traficar huachicol.