Una decena de naciones de América Latina y del Caribe han sellado un pacto histórico a través del cual han dado vida a un gran frente regional para plantarle cara a Estados Unidos en temas de deuda y migración.
Han dicho ya basta de seguir con el bloqueo a la Isla de Cuba y Venezuela. Quieren poner punto final a las medidas coercitivas en contra de los flujos migrantes las cuales, consdieran que además de ser unilaterales, atentantan contra la dignidad de las personas y sus derechos más elementales.
El Acuerdo de Palenque. Así le han bautisado a la reunión convocada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Junto a él se rueunieron en Chiapas, lo mismo jefes de Estado, que vicepresidentes y ministros de Exteriores.
Saben que las políticas migratorias de Estados Unidos, solo han contribuido en gran parte a instigar la migración.
Por ello los países firmantes se han declarado en contra de esas sanciones económicas “en tanto son contrarias a derecho internacional y tienen graves repercusiones más allá de los países objetivos”. El pronunciamiento llama específicamente a los gobiernos de Cuba y EE UU a “sostener en el menor tiempo posible un diálogo integral sobre sus relaciones bilaterales”.
El documento conjunto también plantea que los países puedan renegociar sus deudas con entidades financieras para tener disponibilidad de recursos que puedan ser dirigidos a inversión. “Proponer esfuerzos coordinados para replantear la arquitectura financiera internacional de la deuda soberana a fin de permitir a los países, particularmente los de ingreso medio, alcanzar mayores niveles de desarrollo, cerrar las brechas sociales y reducir la intención de migrar”, señala. El acuerdo, que ya ha sido bautizado por los dignatarios como el Encuentro de Palenque
Las jefas y los jefes de Estado y de Gobierno, y de delegación, de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, México, Panamá y Venezuela, reunidos en Palenque, Chiapas, México, el 22 de octubre de 2023, con objeto de construir soluciones integrales ante el aumento de los flujos migratorios irregulares que experimentan nuestrospaíses, y conscientes de que:
1) Las principales causas estructurales de la migración son de origen político, económico, social y los efectos negativos del cambio climático.
2) Factores externos como las medidas coercitivas unilaterales de naturaleza indiscriminada afectan negativamente a poblaciones enteras y, en mayor medida, a las personas y comunidades más vulnerables.
3) Enfrentar conjuntamente la realidad migratoria, bajo el enfoque de derechos humanos y priorizando en todo momento el bienestar de nuestros pueblos, requiere responsabilidad compartida y cooperación para lograr resultados a partir de abordar las causas estructurales y los flujos migratorios, los cuales deben ser gestionados conjuntamente entre los países de origen, tránsito, destino y retorno.
A la luz de lo anterior,
ACORDAMOS
1) Elaborar un plan de acción para el desarrollo, basado en los objetivos prioritarios y entendiendo las realidades de cada país, para atender las causas estructurales de la migración irregular en la región. En ese sentido, se acordaron las siguientes áreas prioritarias:
▪ Autosuficiencia y soberanía alimentaria con la recuperación del sector agrícola.
▪ Protección, conservación y restauración del medio ambiente.
▪ Empleo digno, educación y desarrollo de capacidades técnicas y tecnológicas.
▪ Seguridad energética, incluyendo energías renovables y avance hacia la descarbonización.
▪ Autosuficiencia sanitaria.
▪ Comercio e inversión intrarregional para el desarrollo socioeconómico.
▪ Combate al crimen organizado transnacional, al tráfico de personas, la corrupción, y fomentando la cooperación en seguridad.
Para tal efecto, México pondrá a disposición inmediata de los países reunidos su oferta de cooperación y asistencia técnica respecto a estas áreas con los siguientes programas: Sembrando Vida; Jóvenes Construyendo el Futuro; cooperación en materia de petróleo, gas, electricidad y energías renovables; y la plataforma de armonización regulatoria de cara a la creación de una agencia de medicamentos de América Latina y el Caribe.
2) Fomentar el comercio intrarregional de bienes y servicios de subsistencia básica, promoviendo preferencias arancelarias, establecimiento de cuotas y eliminación de barreras no arancelarias.
3) Instar a que se levanten las medidas coercitivas unilaterales impuestas a países de la región, en tanto son contrarias a derecho internacional y tienen graves repercusiones más allá de los países objetivo.
4) Exhortar a que los países de origen, tránsito y destino implementen políticas migratorias integrales que respeten el derecho humano a migrar, resguardando la vida y dignidad de las personas migrantes y sus familiares, e incluyendo la promoción de opciones de regularización permanente, que permitan potenciar las contribuciones de las diásporas en sus comunidades de origen y destino.
5) Hacer un llamado a que los países de destino adopten políticas y prácticas migratorias acordes con la realidad actual de nuestra región y abandonen aquellas inconsistentes y selectivas, para evitar producir arbitrariamente tanto “efectos llamada” como “efectos disuasivos”, tales como la regularización de ciertas nacionalidades.
6) Contribuir decididamente, conforme a las capacidades de cada país, a apoyar a la República de Haití en sus esfuerzos, junto con la comunidad internacional y las Naciones Unidas en particular, a fin de restablecer un entorno de seguridad humana para la normalización de la situación política, económica y social, con enfoque de desarrollo sostenible.
7) Promover esfuerzos coordinados para replantear la arquitectura financiera internacional de la deuda soberana, a fin de permitir a los países, particularmente los de ingreso medio, alcanzar mayores niveles de desarrollo, cerrar las brechas sociales y reducir la intención de migrar, tales como el cambio de deuda universal por autosuficiencia alimentaria, servicios ambientales y acción climática.
8) Solicitar a los países de destino la ampliación de las vías regulares, ordenadas y seguras de migración, con especial énfasis en la movilidad laboral, y promover la reintegración y el retorno de los trabajadores temporales.
9) Instar a un diálogo integral sobre las relaciones bilaterales entre los países de origen, tránsito, destino y retorno.
10) Fortalecer el trabajo coordinado con organismos internacionales para atender a las personas que se encuentren en necesidades especiales de protección, en su trayecto de movilidad humana, priorizando mujeres, niñas y niños.
11) Profundizar las relaciones de Cooperación Sur-Sur y Triangular en la región, encaminadas a fortalecer las políticas migratorias con enfoque de derechos humanos, con miras a un tránsito seguro, protegiendo a las personas frente a actividades ilícitas.
12) Continuar el diálogo franco y al más alto nivel sobre estos asuntos y acuerdos a través de un grupo de trabajo a cargo de las cancillerías, con miras a la implementación de soluciones, con una estrategia de intercambio de información y de acuerdo con la legislación de cada país.
13) Vincular estos acuerdos con el Encuentro de Alto Nivel sobre Migración y Desarrollo en América Latina y el Caribe, propuesto por Colombia y México, que integre los mecanismos regionales y subregionales, a realizarse el primer trimestre de 2024.
14) Proponer a los gobiernos de Cuba y Estados Unidos a sostener en el menor tiempo posible un diálogo integral sobre sus relaciones bilaterales.