La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra, anunció en conferencia de prensa al final de la Reunión Ministerial de América Latina y el Caribe para la Acción Climática Regional, que se firmó la “Declaración Ministerial de la Ciudad de México: América Latina y el Caribe hacia la COP30”, que reafirma la convicción de los países de la región para avanzar hacia una transición justa, ordenada y equitativa.
El documento subraya la responsabilidad histórica de los países desarrollados y la necesidad de respetar la soberanía y las realidades nacionales, bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
“Nuestra declaración reconoce de forma muy concreta el papel importantísimo que juegan las comunidades locales, los pueblos indígenas, afrodescendientes, porque ellos son los guardianes de nuestros ecosistemas y los que son realmente actores centrales y queremos además incorporarlos de manera central, porque se trata de vincular el cambio climático con la vida cotidiana de las personas”, expresó la secretaria Bárcena Ibarra, quien señaló también que este logro representa el respaldo de América Latina y el Caribe a la presidencia brasileña de la COP30, que se celebrará en Belém do Pará.
El presidente designado de la COP30, André Corrêa do Lago, agradeció la organización de esta Reunión Ministerial y señaló que el deseo del presidente Lula es “devolver la confianza al multilateralismo y asegurar que o trabajamos juntos o no vamos a conseguir lo que tenemos que hacer”.
Los ministros y ministras enfatizaron la alineación de esta acción regional con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, las convenciones de Biodiversidad y Desertificación, así como con los principios de la Declaración de Río de 1992. Asimismo, se subrayó la vinculación con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, integrando agendas regionales como la de Antigua y Barbuda para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y la iniciativa Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), con la propuesta de incluir a la Gran Selva Maya en los fondos de protección.
La reunión hizo hincapié en fortalecer las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), en línea con el Acuerdo de París que cumple diez años, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados. La adaptación se consolidó como eje central de la acción climática de la región, reconociendo que América Latina y el Caribe pueden ofrecer soluciones clave al mundo.
En materia de financiamiento climático, se resaltó la urgencia de contar con recursos nuevos, adicionales, predecibles y accesibles. Los países coincidieron en la importancia de operar de manera racional el Fondo de Daños y Pérdidas y reforzar mecanismos regionales como el Fondo de Adaptación y Combate a Desastres Naturales.
La Declaración ministerial de la Ciudad de México: América Latina y el Caribe hacia la COP30 fue firmada por las ministras y los ministros representantes de Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Surinam, Uruguay y Venezuela, luego de reconocer que el cambio climático como uno de los grandes retos de los tiempos modernos.
La secretaria Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, destacó el reconocimiento del papel importantísimo que juegan las comunidades locales, los pueblos indígenas, afrodescendientes, porque “ellos son los guardianes de nuestros ecosistemas y los que son realmente actores centrales y queremos además incorporarlos de manera central, porque se trata de vincular el cambio climático con la vida cotidiana de las personas”.
La primera Reunión Ministerial de América Latina y el Caribe para la Acción Climática Regional se llevó a cabo en la Ciudad de México y fue inaugurada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien expresó que no puede hablarse de Desarrollo Sustentable sin incluir cuatro pilares: el social; el económico; el ambiental; así como la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
