Pasado el trago amargo en el Congreso de la Unión que no más no cedía para ratificar su nombramiento como embajador de México en Canadá, el ex gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín ahora luce relajado, muy relajado y feliz.
Ya con su nombramiento en el bolsillo y a días de viajar a territorio canadiense, Carlos Joaquín ha decidido darse vida de rey y comer en un lujoso restaurante en la Ciudad de México.
Pero estos momentos de festejo no son al lado de su esposa, sino con una joven mujer con quien se le ha visto acaramelado, gustoso y pleno. Sí, nuestro flamante embajador comió la tarde de este miércoles 11 de enero, en el restaurante Campomar, ubicado en la avenida Presidente Masaryk, en Polanco.
¿Será que el recién ratificado embajador mexicano ya le entró a la moda del sugar daddy?