Ambientalistas y usuarios del transporte público en la Ciudad de México exigieron a la Secretaría de Movilidad que acate lo que señala la Ley de Movilidad y retire toda la contaminación visual y orgánica que generan los anuncios ilegales en microbuses y autobuses de Grupo Expansión.
En todas las rutas hay contaminación visual, por la publicidad que invade todo el transporte público de la Ciudad de México, y según sus conteos, hay más de 4 mil unidades con anuncios ilegales sobre todo de la empresa 5M2 (CincoMDos) de Grupo Expansión, sin que se realicen operativos para retirarlas, señaló Gloria Mendoza, ambientalista y representante de la asociación Rescatando el Paisaje Urbano.
“los registros de la Semovi muestran oficios de la directora general de Licencias y Operación del Transporte Vehicular, María Fernanda Rivera Flores, que señalan que en este año no se han otorgado permisos para portar publicidad en el transporte público concesionado”, expuso.
“Además, esa publicidad no cumple con lo que señala el Artículo 157 de la Ley de Movilidad, en relación a la publicidad, que señala que toda deberá ser reciclable, fabricada con materiales biodegradables que no contengan sustancias tóxicas o nocivas para la salud o el medio ambiente, pero hay hasta tiraderos clandestinos de esa publicidad como los ubicados en el bajo puente de Viaducto y Calle 47, o en el cruce de Avenida Cafetales, entre Carlota Armero y Santa Ana”.
Usuarios de transporte señalaron que la notoria invasión de publicidad en el transporte público de la capital, que no sólo ocasiona contaminación visual, sino también aumenta el estrés, irritabilidad y accidentes viales por distracción.
La petición a Semovi para actuar es porque es la única facultada para regular y otorgar permisos para instalar publicidad en transporte público, privado y mercantil de pasajeros y carga.
“El transporte público es una bomba de ilegalidad debido a la contaminación visual resultado de la mala implementación de políticas públicas sobre el tema, la negligencia y la presunta corrupción, porque ni siquiera esos recursos llegan a las arcas del gobierno para beneficio de la población, sino que se van a los bolsillos de las empresas como 5M2”, aseguró Mariana Ramos, activista ambiental contra la publicidad ilegal